Prof. Michael Reeves

 

Una respuesta ortodoxa a la “Ortodoxia oriental: una evaluación evangélica” de Michael Reeves

2 de junio de 2019, por Robert Arakaki

Prof. Michael Reeves: “Eastern Orthodoxy: An Evangelical ATssessment” Fuente

Spanish Translation by José Ortega Beede

 

Las conversiones Protestantes a la Ortodoxia están atrayendo la atención de los evangélicos, incitando a sus líderes a examinarla y criticarla. Recientemente, Michael Reeves, presidente de la Union School of Theology de Londres, hizo una presentación sobre la Ortodoxia. Sus credenciales evangélicas son impresionantes. Se ha desempeñado como ministro en la Iglesia All Souls, Langham Place, en Londres y se ha desempeñado como Jefe de Teología para la Fraternidad Cristiana de Universidades y Colegios. [Fuente]

Debemos elogiar al profesor Reeves por haber leído a los Padres de la Iglesia como Atanasio de Alejandría, Gregorio Palamas, Dionisio el Areopagita (también conocido como Pseudo-Dionisio), así como por haber investigado el Séptimo Concilio Ecuménico (Nicea II, 787). Algunos pueden encontrar el análisis meticuloso del profesor Reeves un poco pedante y difícil de escuchar. Otros pueden despedir a Reeves sobre la base de que tergiversa la ortodoxia. La paciencia y la humildad son esenciales para mantener el diálogo Reformado-Ortodoxo. Estamos viviendo en un período inusual de la historia de la iglesia. Hace solo unos años, las conversaciones entre evangélicos y Ortodoxos eran casi desconocidas. Actualmente tenemos la oportunidad de que las dos tradiciones aprendan una de la otra.

Si tuviese una queja sobre la presentación del Prof. Reeves, sería que podría haber sido más franco sobre su sesgo teológico. Su crítica de la Ortodoxia no es objetiva, sino está moldeada por una tradición teológica particular: la tradición agustiniana occidental. Su parcialidad aparece a lo largo de su conferencia, por ejemplo, favoreciendo la comprensión agustiniana de la incomprensibilidad de Dios (22:06-23:54), su queja de que la Ortodoxia tiene una visión débil de la Caída junto con la ausencia de la idea de la depravación total (41 :24-30), y su rechazo al sinergismo (45:11). Mientras que el cristianismo occidental, el Catolicismo Romano y el Protestantismo se basan casi exclusivamente en Agustín de Hipona, la Ortodoxia se basa en una gama mucho más amplia de Padres de la Iglesia.

¿Por qué la Ortodoxia atrae a los evangélicos?

Reeves señala que los evangélicos se sienten atraídos por el misticismo de la Ortodoxia (1:14), su arraigo[1] (2:12) o su belleza mística (2:29). Él ve lo exótico de la Ortodoxia como otra razón de su atractivo. En la marca de 2:41, el profesor Reeves observa:

“Y también, quizás un poco más directamente, creo que algunos de los conversos que ves del Evangelicalismo a la Ortodoxia Oriental están huyendo de problemas occidentales particulares hacia algo desconocido que puedan moldear. Entonces, el Catolicismo Romano es más una cantidad conocida, la Ortodoxia Oriental es una cantidad un poco menos definida y un poco menos conocida. Y por lo tanto puedes huir de ella hacia una religión que puede ser más cómoda, conforme a lo que tú quieras (2:41-3:18).”

Me sorprendió cuando escuché la descripción del profesor Reeves de la Ortodoxia como una “religión cómoda”. Las disciplinas ascéticas de la Ortodoxia, como los ayunos semanales de los miércoles y viernes, el ayuno anual de Cuaresma de cuarenta días y el requisito de confesarse, hacen que la Ortodoxia sea mucho más exigente que el evangelicalismo. Además, su caracterización de la Ortodoxia como “una incógnita que se puede moldear” es simplemente ridícula. Aquellos que se acercan a la  Ortodoxia (catecúmenos) pronto aprenderán sobre las disciplinas ascéticas de la Ortodoxia, sus dogmas, su rechazo a las herejías, su forma de adoración y la autoridad de los obispos.

Cabe señalar que hay una razón más por la cual la Ortodoxia atrae a los evangélicos: la doctrina. La estabilidad doctrinal de la Ortodoxia ofrece alivio a los evangélicos cansados de las modas pasajeras, o a aquellos preocupados por las muchas doctrinas denominacionales en conflicto, el abandono de la moralidad cristiana tradicional y el liberalismo teológico.

 

Las dos ramas de la ortodoxia

Para su presentación, el profesor Reeves seleccionó dos puntos de conversación principales, o lo que él llama “puntos doctrinales centrales”, de la teología ortodoxa: los íconos y la teología apofática.

Ícono del Pantocrator– Hagia Sophia

 

 

Íconos

Es bastante comprensible que Reeves seleccionara íconos para evaluar la ortodoxia. Los iconos representan la diferencia más visible entre las dos tradiciones. Reeves tiene la impresión de que los íconos son fundamentales para la identidad ortodoxa (6:57). Si bien los íconos son una parte muy importante de la Ortodoxia, aún más central para la identidad ortodoxa es la Eucaristía. La Ortodoxia cree que en la Eucaristía recibimos verdaderamente el cuerpo y la sangre de Cristo, y que es a través de la Eucaristía que estamos unidos a Cristo y a la Iglesia. Por lo tanto, la Eucaristía es más adecuada para ayudar a los evangélicos a comprender la ortodoxia y su enfoque de los íconos. Si uno acepta la presencia real del cuerpo y la sangre de Cristo en la Eucaristía, entonces puede comprender la naturaleza sacramental de los íconos: cómo los íconos son verdaderamente ventanas al cielo. La presencia real de Cristo en la Eucaristía se basa en la Encarnación: el Verbo hecho carne para nuestra salvación. La Encarnación enseña la gracia encarnada, que la gracia de Dios puede transmitirse a través de sustancias materiales como agua, vino, pan, aceite, incienso y gestos físicos como la señal de la cruz, etc. Esto es bastante diferente que el evangelicalismo, que enfatiza la gracia de Dios transmitida a través de palabras: la Biblia y el sermón.

En su presentación sobre los íconos, Michael Reeves examina a Juan de Damasco, luego a Gregorio Palamas. Describe el argumento de Juan de Damasco de que la Encarnación proporciona la base para la veneración de los iconos (9:10-11:20). Reeves luego señala que la teología ortodoxa de los íconos alcanza su pleno desarrollo con la enseñanza de Gregory Palamas sobre la transfiguración de Cristo en el Monte Tabor (11:30-17:30). La Transfiguración de Cristo, en la cual Su carne humana visible e imaginable emanó la gloria divina, implica que la materia física como la madera y la pintura también pueden transmitir la gloria divina (16:49).

Me sorprendió la atención que Reeves le da a Gregory Palamas. Gregory Palamas se asocia más generalmente con la controversia del hesicasmo (silencio interior) del siglo XIV, no con la controversia de la iconoclasia del siglo VIII. Si bien los escritos de Gregorio sobre las energías no creadas ciertamente podrían usarse para defender la veneración de los íconos, la ortodoxia en su mayor parte no ha hecho mucho uso de Gregorio Palamás para defender los íconos. Encontré un extracto de la enseñanza de Gregory Palamas sobre íconos y me sorprendió su reservada comprensión de los íconos, que estaba en consonancia con el enfoque ortodoxo general de los íconos.

“No debéis, pues, deificar los iconos de Cristo y de los santos, sino que a través de ellos debéis venerar a Aquel que en un principio nos creó a su propia imagen, y que posteriormente consintió en su inefable compasión en asumir la imagen humana y ser circunscrito por eso.”  [Fuente]

 

Sería útil si el Prof. Reeves nos proporcionara extractos de Gregorio Palamás que respalden su posición.

Reeves señala que la enseñanza palamita sobre la luz increada lleva a los cristianos ortodoxos a mirar íconos para experimentar la gloria divina..

“Puedes pasar tiempo mirando un ícono, a María o a Gregorio Palamás. Lo que quieres es ver la luz increada de la gloria de Dios. Eso es lo que quieres experimentar.” (17:15-31)

Aquí Michael Reeves malinterpreta por completo y, por lo tanto, tergiversa cómo los cristianos ortodoxos se relacionan con los íconos. Se alienta a los cristianos ortodoxos a tener rincones de íconos, donde pasan tiempo en oración ante el ícono de Cristo y los santos, pero no se les anima a mirar los iconos. Básicamente, rezamos a la persona representada en los íconos. Asimismo, los íconos no son el punto focal en la Liturgia. Más bien se presta atención a las oraciones, los himnos, las lecturas de las Escrituras y la Eucaristía. No nos fijamos en los íconos; esa no es una espiritualidad ortodoxa saludable. El malentendido de Reeves sobre la Ortodoxia aquí aparentemente proviene de su exposición limitada a la Ortodoxia vivida.

 

 

Teología Apofática

Donde el cristianismo occidental favorece la teología catafática, la teología a través de palabras y pensamientos, la ortodoxia favorece la teología apofática, la teología sin palabras. El profesor Reeves contrasta el enfoque agustiniano occidental del conocimiento de Dios con el enfoque apofático oriental (22:06). Parafraseando a Pseudo-Dionisio, Reeves describe la teología apofática:

Dios está literalmente por encima de la esencia. Él es supra esencial. Ahora, ¿qué va a hacer eso con tu conocimiento de Dios? ¿Esa es tu forma de hacer teología? Habiendo delimitado lo que Dios no es, todavía no has dicho lo que Él es. Y entonces lo que Dios es no ha sido definido. Dios se queda en esta teología, en última instancia, en la oscuridad del desconocimiento. (27:35-28:07)

 

Michael Reeves no toma en cuenta que en la Ortodoxia la oración monástica individualizada del hesicasmo se complementa con la oración colectiva en la liturgia. En la Liturgia de San Juan Crisóstomo, encontramos la teología catafática complementando la teología apofática:

Es propio y correcto cantarte himnos, bendecirte, alabarte, darte gracias y adorarte en todo lugar de Tu dominio. Porque Tú, oh Dios, eres inefable, inconcebible, invisible, incomprensible, existiendo por siempre, por siempre el mismo, Tú y Tu Hijo unigénito y Tu Espíritu Santo. Nos sacaste de la nada a la existencia, y cuando habíamos caído, nos levantaste de nuevo. No dejaste nada sin hacer hasta que nos llevaste al cielo y nos concediste Tu Reino, que está por venir. Por todas estas cosas, te damos gracias a ti y a tu Hijo unigénito y a tu Espíritu Santo: por todo lo que sabemos y no sabemos, por las bendiciones manifiestas y ocultas que nos han sido otorgadas. (Énfasis añadido)

 

Aquí, en la Anáfora (oración de consagración), el sacerdote ortodoxo declara la incognoscibilidad de Dios al mismo tiempo que confiesa a Dios como Trinidad que trabaja para salvar a la humanidad caída. [Video del Anáfora al minuto 1:35] La Ortodoxia afirma tanto la teología con palabras como la teología sin palabras. Donde nos separamos de los cristianos occidentales es con respecto a la adecuación (al peso) de la teología con palabras. El cristianismo occidental abunda en libros sobre teología sistemática y declaraciones detalladas de fe. Esto está en gran parte ausente en la ortodoxia, que pone mayor énfasis en la oración. Por eso el clímax del culto ortodoxo no es el sermón sino la Eucaristía.

A Michael Reeves le preocupa que la teología apofática cree un “súper ídolo” que nos deja en la “oscuridad del desconocimiento”. (27:11) Él sugiere que el apofaticismo de la Ortodoxia tiene un problema similar a la herejía arriana: la falta del conocimiento verdadero de Dios. La posición arriana de que el Hijo no es Dios implica entonces que no tenemos una revelación genuina de Dios. De manera similar, según Reeves, el problema con el apofaticismo de la ortodoxia es que si Dios es incognoscible, incluso con la Encarnación terminaremos sin un conocimiento genuino de Dios. Sin embargo, la posición de Reeve también presenta el mismo problema. En su presentación sobre Gregorio Palamás, Reeves no mencionó el contexto histórico, es decir, la controversia de Palamás con Barlaam de Seminara. Gregorio Palamás desarrolló su comprensión de la luz increada de Tabor en respuesta a la negación de Barlaam de que el conocimiento directo de Dios podría ser posible. Al rechazar a Gregorio Palamás, Reeves parece estar adoptando la posición barlaamita de que, en el mejor de los casos, podemos tener conocimiento acerca de Dios, pero no podemos tener un conocimiento directo de Dios.

Cuando el Prof. Reeves seleccionó la teología apofática para su presentación, me sorprendió y a la vez no me sorprendió. No me sorprendió, ya que desde el principio me había encontrado con libros y ensayos sobre el enfoque apofático de la ortodoxia para conocer a Dios. Sin embargo, me sorprendió porque en realidad se hace poca mención de la teología apofática en la vida cotidiana de los cristianos ortodoxos. Diariamente, los cristianos ortodoxos están más preocupados por seguir una regla de oración que por construir sistemas teológicos. El profesor Reeves malinterpreta el papel del apofaticismo en la vida ortodoxa.

La teología de la Iglesia Ortodoxa se encuentra principalmente en su culto: la Divina Liturgia. En la Ortodoxia, la teología no se escribe tanto como se canta y se reza. El culto ortodoxo consiste en la liturgia del domingo, los maitines del domingo por la mañana, las vísperas del sábado por la noche, los servicios conmemorativos ocasionales, así como los servicios de Semana Santa que culminan en el glorioso servicio de Pascha (Pascua). Como intelectual, me nutro de las oraciones y servicios de la Iglesia. He descubierto que las realidades espirituales discutidas en las obras teológicas pueden aprehenderse mediante el cultivo de la oración y la negación de la carne. Sin estas disciplinas espirituales, todo lo que uno tiene es conocimiento mental, y el conocimiento mental separado de la oración es conocimiento muerto. El verdadero conocimiento teológico es dador de vida. La verdadera teología transforma el alma y conduce a la deificación. Evagrio Póntico, un padre del desierto del siglo IV, escribió:

Si eres teólogo, orarás de verdad. Y si oras de verdad, eres teólogo.

 

La teología apofática es difícil de comprender para el cristiano promedio. Mi consejo para los investigadores evangélicos es que no se preocupen por comprender esta doctrina. Más bien, utilizando su fe personal en Cristo como punto de partida, pregúntese si la Ortodoxia puede ayudarlo a profundizar su vida espiritual. Asista a los servicios dominicales ortodoxos (liturgia), escuche las oraciones y los himnos, incorpore las oraciones ortodoxas en sus devociones diarias y determine si la ortodoxia tiene un efecto de profundización en su relación con Dios, que es Padre, Hijo y Espíritu Santo.

 

Deificación

 

Una crítica que hace el Prof. Reeves a la doctrina ortodoxa de la deificación es que ha cambiado con el tiempo, especialmente bajo Gregorio Palamás (17:52-21:02). Para explicar la doctrina de la deificación, muchos cristianos ortodoxos hacen referencia a la afirmación de Atanasio de que el Hijo de Dios se hizo hombre para que los hombres se hicieran hijos de Dios (La Encarnación del Verbo §54; NPNF Vol. IV p. 65). La Ortodoxia entiende que la salvación en Cristo implica una transformación muy parecida a la de una espada cuando se lanza al fuego y adquiere las propiedades del fuego, volviéndose caliente y resplandeciente, sin dejar de ser una espada. Según Reeves, la Encarnación involucra a Cristo trayendo a la humanidad su conocimiento del Padre (18:49). Al compartir su conocimiento del Padre, Cristo nos lleva a una relación con su Padre, algo que hoy podríamos llamar adopción (19:06; 19:20). Este conocimiento relacional del Padre resulta en nuestra transformación y glorificación. Reeves define la deificación como “participar en la comunión divina” (19:30), pero parece rehuir la comprensión más ontológica de la deificación como se presenta en 2 Pedro 1:4: “llegar a ser partícipes de la naturaleza divina”. (RSV) La falta de voluntad de Reeves para abordar el aspecto ontológico de la deificación en este pasaje bíblico me parece bastante desconcertante.

Reeves argumenta que con Palamás la deificación cambia del conocimiento relacional de Dios a estar lleno de la luz increada. El resultado lógico es que la deificación ya no es un “ideal relacional”. (20:10-15). Continúa señalando que aquí la deificación ya no es relacional sino más como “recibir la fuerza de la gloria divina” (20:29). No estoy de acuerdo con la afirmación de Reeves de que la deificación bajo Palamás está recibiendo una fuerza impersonal. En el centro de la controversia hesicasta estaba la Oración de Jesús: “Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten piedad de mí, pecador”. Esto no es un mantra, sino una oración, un diálogo de persona a persona. La Iglesia Ortodoxa anima a sus miembros a decir la Oración de Jesús. Se cree que a través de la oración continua el cristiano se unirá a sí mismo con Cristo y en el proceso será transformado a la semejanza de Cristo (deificación).

Reeves argumenta que la comprensión de la deificación de Gregorio Palamás divergía de la de los primeros Padres de la Iglesia, como Ireneo y Atanasio. Para los ortodoxos, esta es una acusación seria a la luz de la insistencia de la ortodoxia en que los elementos esenciales de su teología permanezcan sin cambios. Necesitaría saber más del Prof. Reeves sobre cómo llegó a esa conclusión. Reeves advierte contra la interpretación de la comprensión ortodoxa oriental moderna de la deificación en los primeros Padres de la Iglesia, porque no son exactamente iguales (21:02). Mi conjetura es que es el propio profesor Reeves quien está leyendo Athanasius con lentes agustinianos occidentales. Esto explicaría la divergencia que ve entre Atanasio y Gregorio Palamás. Debe tenerse en cuenta que la comprensión orgánica de Atanasio sobre la Encarnación y la deificación es parte integral de la soteriología ortodoxa, pero se encuentra en los márgenes de la soteriología occidental basada en la ciencia forense agustiniana/calvinista..

 

Un error teológico

Reeves afirma que la distinción energías/esencia de Gregorio Palamás implica que Dios tiene dos partes. (33:53) Esto es pura tontería y ningún cristiano ortodoxo estaría de acuerdo con esto. Hice una mueca cuando el profesor Reeves buscó refutar a Gregorio Palamás afirmando que no eran las energías de Dios las que estaban encarnadas sino la esencia de Dios (34:59). Hice una mueca porque en la buena teología trinitaria era la segunda Persona de la Trinidad, el Hijo, que es de la misma esencia que el Padre, quien se encarnó. Cada vez que un teólogo competente discute la Trinidad, debe manejar los términos Esencia, Personas y Energías de manera competente o, de lo contrario, habrá confusión y malentendidos..

 

¡Señor, ten piedad!

Michael Reeves cita la observación del profesor de Gordon-Conwell, Donald Fairbairn, de que la práctica ortodoxa de decir repetidamente “¡Señor, ten Piedad !” en sus servicios tiene un efecto de debilitamiento en su relación con Dios. Para Fairbairn esto sugiere una falta de confianza en la misericordia de Dios a la luz de que Dios es incognoscible (35:47). Mi primera respuesta es preguntar: ¿Se basa esto en sus entrevistas con cristianos ortodoxos? ¿Qué tan grande y representativa fue su muestra de población? Mi siguiente respuesta es que es porque confiamos en el amor de Dios que la Ortodoxia se deleita en decir: “¡Señor, ten piedad!” Se nos recuerda constantemente el amor de Dios por nosotros a lo largo de la Liturgia hasta la oración final: “porque Él es bueno y ama a la humanidad”. En la tradición Reformada, esta confianza está ensombrecida por la doctrina de la doble predestinación: Dios tendrá misericordia de los elegidos, pero no de los condenados. Si bien los calvinistas no pueden pedir la plena misericordia de Dios para todos los hombres, ya que por su supuesto decreto eterno, Dios ha condenado a todos los no elegidos al infierno y al tormento eternos, los ortodoxos invocan la misericordia de Dios con una confianza íntima y apreciada sabiendo que Dios es un Dios amoroso, que sobreabunda en misericordia para todos. Mi consejo para los investigadores evangélicos es que se reúnan con creyentes ortodoxos y les pregunten su comprensión de la respuesta litúrgica: “¡Señor, ten piedad!”, y cómo moldea su comprensión de Dios.

 

¿Dos actos versus tres actos de salvación?

El Prof. Reeves describe la visión ortodoxa de la salvación como un esquema de dos actos: Creación, luego Deificación (43:11), versus el esquema occidental de tres actos: Creación, Caída y Redención (42:40-42:56) . Según Reeves, en el esquema ortodoxo de dos actos no se habla mucho de la Caída en el medio. Está ahí, pero no es una característica tan prominente (43:19). Esta es una gran tergiversación de la comprensión de la salvación por parte de la Iglesia Ortodoxa. El esquema de tres actos se puede encontrar en la Liturgia de San Juan Crisóstomo. Un examen de la Anáfora, las oraciones dichas para la consagración del pan y el vino, muestra los tres actos numerados entre paréntesis: 1 – Creación, 2 – Caída y 3 – Redención:

[1] Nos sacaste de la nada a la existencia, y [2] cuando habíamos caído, [3] nos levantaste de nuevo. No dejaste nada sin hacer hasta que nos llevaste al cielo y nos concediste Tu Reino, que está por venir.

 

Un esquema de tres actos más detallado se puede encontrar en la Anáfora de la Liturgia de San Basilio, el cual la Iglesia Ortodoxa usa diez veces al año.

Tú has ordenado todas las cosas para nosotros. [1] Porque habiendo hecho al hombre del polvo de la tierra, y habiéndolo honrado con Tu propia imagen, oh Dios, lo pusiste en un jardín deleitable, prometiéndole la vida eterna y el disfrute de bendiciones eternas en la observancia de Tus mandamientos [2] Pero cuando te desobedeció a ti, el Dios verdadero que lo habías creado, y fue descarriado por el engaño de la serpiente, quedando sujeto a muerte por sus propias transgresiones, tú, oh Dios, en tu justo juicio lo expulsaste del paraíso. a este mundo, devolviéndolo a la tierra de la que fue tomado, pero proveyéndole la salvación de la regeneración en Tu Cristo. Porque no desechaste para siempre a Tu criatura que hiciste, oh Bueno, ni te olvidaste de la obra de Tus manos, sino que por Tu tierna compasión, [3] Lo visitaste de diversas maneras: Enviaste profetas; Hiciste obras poderosas por tus santos que en cada generación te han agradado. Tú nos hablaste por boca de Tus siervos los profetas, anunciándonos la salvación que había de venir; Nos diste la ley para ayudarnos; Tú nombraste a los ángeles como guardianes. Y cuando vino la plenitud de los tiempos, nos hablaste por medio de tu Hijo mismo, por quien creaste los siglos.

[2] Porque por cuanto el pecado entró en el mundo por el hombre, y por el pecado la muerte, agradó a tu Hijo unigénito, que está en tu seno, Dios y Padre, nacido de una mujer, la santa Madre de Dios y siempre virgen María; nacido bajo la ley, para condenar el pecado en su carne, [3] a fin de que los que murieron en Adán sean vivificados en él, tu Cristo.

 

Aquí vemos una de las diferencias básicas entre el evangelicalismo y la ortodoxia. Donde la teología protestante es principalmente teología escolástica, la teología ortodoxa es básicamente teología litúrgica. Esto se remonta al antiguo principio teológico: lex orandi, lex credendi (la regla de la oración es la regla de la fe). Al centrarse en los textos escritos con exclusión de la liturgia, el profesor Reeves terminó malinterpretando y tergiversando la Ortodoxia. Este enfoque en los textos escritos es comprensible a la luz de la influencia del escolasticismo católico romano sobre el protestantismo. Sin que él lo sepa, la tradición teológica occidental ha sesgado la evaluación de la Ortodoxia del profesor Reeves. La Ortodoxia no es occidental. Por lo tanto, no sería apropiado esperar que la Ortodoxia se ajustara a los parámetros de la tradición agustiniana occidental.

 

Mi evaluación y consejo

A lo largo de su presentación, el profesor Michael Reeves mantuvo un tono positivo hacia la Ortodoxia. En su evaluación, Reeves no se anduvo con rodeos. Señala lo que él ve son sus inconsistencias lógicas, su divergencia de la posición patrística, su susceptibilidad a ciertas herejías y su divergencia del cristianismo “auténtico” (agustiniano). En general, encontré cierta cualidad abstracta en la evaluación de la Ortodoxia del profesor Reeves. Mi impresión es que leyó con cuidado una cantidad de textos ortodoxos, los analizó en términos de sistemas teológicos y los evaluó en cuanto a su consistencia lógica y conformidad con Agustín/Calvino. No tengo la sensación de que el Prof. Reeves haya asistido a servicios ortodoxos o que haya pasado tiempo hablando con cristianos ortodoxos. La ortodoxia no es un sistema teológico tanto como es una forma de vida..

Mi consejo para los protestantes curiosos sobre la ortodoxia es que tomen notas de la presentación del profesor Reeves, visiten una iglesia ortodoxa y usen las notas para hacer preguntas sobre la ortodoxia. Asista a la liturgia dominical (preferiblemente un servicio en inglés) y escuche las oraciones y los himnos. Busque ex-protestantes que se hayan convertido a la ortodoxia. Estos conversos pueden servir como traductores explicando las similitudes y diferencias entre los términos ortodoxos y protestantes. Pregunte cómo la Ortodoxia ha dado forma a su comprensión de Dios, cómo oran y cómo abordan la vida. Vea por sí mismo si hay mérito en la evaluación de la Ortodoxia del Prof. Reeves. También es importante que los evangélicos curiosos se reúnan con un sacerdote ortodoxo, preferiblemente uno que sea converso (del Protestantismo). Si bien hay muchos conversos cultos, es el sacerdote quien habla con la autoridad de la Iglesia. Cierro con un desafío amistoso y fraternal al profesor Reeves y otros evangélicos curiosos en forma de una cita bíblica de Juan 1:46. Felipe en respuesta al escepticismo de Natanael responde: “¡Ven y ve!”

Robert Arakaki

 

Referencias y lecturas recomendadas

Michael Reeves. “Eastern Orthodoxy: An Evangelical Assessment—Michael Reeves.” Forum of Christian Leaders Online [45:59]  19 November 2018.

Bishop Alexander – Bulgarian Diocese OCA.  “Force Your MInd to Descend into the Heart.”  Voices from St. Vladimir’s Seminary – Ancient Faith Radio.  17 September 2014.

All Saints Orthodox Church – Linconshire, Lincoln.  “The Anaphora of St. John Chrysostom.”  [14:19 @ 1:35]

Athanasius the Great.  On the Incarnation.  New Advent and NPNF.

Rod Dreher.  “Meditation & The Jesus Prayer.”  The American Conservative.  15 July 2014.

Donald Fairbairn. Orthodoxy through Western Eyes. [Mentioned by Reeves at 35:47]

Stephen Freeman.  “Apophaticism.”  Glory to God for All Things.  9 December 2008.

Stephen Freeman.  “Belief and Practice.” Glory to God for All Things.  26 June 2009.

Michael Harper. A Faith Fulfilled. [Mentioned by Reeves at 1:14]

Hieromartyr Irenaeus the Bishop of Lyons.”  Orthodox Church in America.

John of Damascus.  “#202: John of Damascus for Icons.”  Christian History Institute.

Anna Keating. “Why Evangelical megachurches are embracing (some) Catholic traditions.” America. 5 May 2019.

Catherine Mowry LaCugna. God for Us: The Trinity & Christian Life.  HarperSanFrancisco.

Robert Letham. Through Western Eyes: Orthodoxy: A Reformed Perspective. [Mentioned by Reeves at 32:55]

Vladimir Lossky. The Mystical Theology of the Eastern Church.

George Maloney. A Theology of “Uncreated Energies.”

St Gregory Palamas on Holy Icons.” A Reader’s Guide to Orthodox Icons.

St. Gregory Palamas the Archbishop of Thessalonica.”  Orthodox Church in America.

Metropolitan Kallistos Ware.  “Hesychasm in the Orthodox Christian Tradition.”  St. Andrew Greek Orthodox Church.

Metropolitan Kallistos Ware.  “Jesus Prayer – Breathing Exercises.”  OrthodoxPrayer.org

[1] Es decir, su centralidad, su organización